martes

GRITOS Y SUPLICAS EN TUCUMAN


La despertó la tristeza. No la que siente cada amanecer desde hace cinco años, sino una nueva pena que le satura el alma. Esta mañana, mientras yacía con los ojos cerrados, pensó en Marita. Comienza otro año de cautiverio...

Susana Trimarco es una mujer admirable, surgida de la nada (o del dolor) y enaltecida por sus propios medios. Desde que se llevaron a su hija, la busca por los rumbos más inciertos de las pistas y de los presagios. Hasta se disfrazó de prostituta para entrar a un cabaret sin despertar sospechas.

El expediente judicial por la desaparición es casi un manual de la trata de blancas.
En el camino fueron rescatadas una veintena de mujeres alquiladas por turnos. Luego de una extensa investigación, que pasó por dos fiscalías, 13 personas fueron acusadas por privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución. Todas están en libertad.

Trimarco actúa hoy asesorada por el Programa Nacional Antiimpunidad de la Secretaría de Derechos Humanos.

- ¿Qué recuerda del día en que desapareció su hija?
- El 3 de abril de 2002 nos levantamos a las 7 y tomamos unos mates. Ella tenía que ir a la Maternidad a hacerse unos estudios; se puso una remerita mía porque estaba un poco caluroso. Me dio un beso y me repitió que me quedara tranquila. Yo me sentía mal, estaba muy inquieta, preocupada. A las 14, ella todavía no había llegado... yo tenía un mal presentimiento.

- ¿Cree que alguna vez la hallará?
- La esperanza es lo último que se pierde. Cada vez que rescato a otra chica, me fortalezco. Mi nieta (Verón tiene una hija que quedó con los abuelos cuando fue raptada) se levanta todas las mañana y besa el portarretratos con la imagen de su madre. Después me dice: “abuela, avisale al presidente para que nos ayude”. No puedo perder la fe...

- ¿Su nieta le recuerda a Marita?
- La chiquita cumplió ocho años y se parece mucho a su mamá. Ambas tienen la misma sonrisa blanca y grande. Antes de dormir, siempre se pone el camisón que usaba Marita. Le queda inmenso, pero así se duerme feliz.

- ¿Cómo imagina ahora su vida?
- Ella es una chica muy fuerte, con un carácter duro como el mío. Seguramente sabe que la estamos buscando y que vamos a encontrarla. Hace unos días, soñé que la abrazaba (a Trimarco se le quiebra la voz y enmudece).

- ¿Si pudiera, qué le regalaría?
- Qué se yo... tantas cosas... La llevaría a un lugar donde sea feliz. O le daría mi vida, le entregaría mi vida para que se olvide de todo el daño que le están haciendo. También le compraría libros, porque le gusta leer; es fanática de las bibliografías del Che Guevara y de los poemas de Neruda.

- ¿Siente miedo?
- Nooooo (suspira). Ya no le temo a nada. Detrás del secuestro y prostitución de mujeres hay mafias muy grandes, en las que están metidos muchos policías. Esos delincuentes tienen poder. Pero yo no dejé una puerta sin golpear. Con mis gritos, mis súplicas y mi constancia, demostré que la trata de blancas no es un invento.

El 7 de marzo, Trimarco, junto a otras 11 mujeres de todo el mundo, fue galardonada en Estados Unidos por la secretaria de Estado Condoleezza Rice. La ceremonia se realizó en el marco de la primera entrega de premios al coraje.



• María de Los Angeles “Marita” Verón tenía 23 años cuando fue secuestrada. Ese día iba rumbo a la Maternidad, donde debía realizarse unos estudios. Se cree que una enfermera fue la entregadora. Según los investigadores, un grupo de hombres la obligó a subir a un auto Fiat Duna, cerca del centro asistencial.

• Marita estuvo desaparecida los dos días siguientes. Al tercero, la vieron a unos 30 kilómetros de su casa de Tucumán. Iba tambaleante, como drogada, y alguien le había cambiado las zapatillas por tacos altos.

• Los policías que levantaron a Marita en la localidad de La Ramada dicen que la subieron a un ómnibus que volvía a Tucumán. Pero el relato es confuso. Los investigadores sospechan que la devolvieron a la fiesta sexual de donde había escapado, su primer destino de explotación.

• Meses después, una prostituta contó que pasó por manos de un proxeneta, quien la tuvo en su casa y a los dos días la vendió en $ 2.500 a una whiskería de La Rioja.

• Luego se supo que había sido vendida nuevamente, aunque esta vez a España. Hasta allí siguieron su rastro los pesquisas y, aunque lograron liberar a varias mujeres que eran retenidas en contra de su voluntad, no encontraron a Marita.

No hay comentarios: